Carpe Diem

Hello people!
¿Como es empezar la semana un lunes? 
Pues como siempre, porque las semanas siempre empiezan con ese "odiado" lunes para algunos. Porque empieza el madrugar, las prisas, los agobios, las responsabilidades...(aunque esas siempre están nunca te abandonan).
Y muchas más cosas que podría enumerar hasta llegar a un infinito muy lejano.


Es lunes y a pesar de todo, me he sentido hiperactiva. Algo que agradezco, porque no sentía tanta energía desde hace mucho. Me motiva, me hace sentir bien conmigo misma. Y todo ello, el bienestar y la positividad, me hacer recordar que leí una noticia que trataba sobre que habían creado un aparato que pronto permitiría espiar los sueños de los demás, o volver a repetir sueños propios.
Lo primero que pensé: ¡eso es fabuloso!
Cuantos sueños tendré yo que quiero repetir que me han echo que al despertarme tenga una sonrisa dibujada en mi cara...
Muchos. O eso cree las personas que me ven dormir. O tengo sueños muy fantásticos o la felicidad me invade por las noches sin darme cuenta. Opto por lo primero, es más creíble.
Pero cuando leí lo de "espiar los sueños de otras personas" lo primero que me vino a la mente fui aquellos animalejos salvajes que se hacen llamar periodistas de la prensa rosa...
No sé por qué. Y me hizo darme cuenta de que vivimos en un lugar donde la prensa rosa está tan adentrada en nuestras vidas que me da lástima. Lástima de que nos interesemos por cosas superfluas como qué compra un famoso o en qué peluquería se cortó el pelo. Y lo peor es que hay gente que paga a otras personas para que lo averigüen.


Un dinero que se podría aprovechar en otras cosas como salvar la vida de un niño inocente. Pero ah, ese no es nuestro problema ¿verdad? Y aunque muchas veces denunciemos hechos como éste a la media hora se nos olvidará el tema y nos acostaremos en nuestra mullida y calentita cama, ajenos a los males que muchas personas sufren. ¿Es nuestra culpa todo lo que ocurre? En parte sí, en parte no. No nos podemos responsabilizar de todo lo que sea injusto, pero si nos podemos sentir orgullosos de algo benévolo en lo que quizá no hayamos participado. Somos así. Simplemente somos personas, humanos, máquinas imperfectas con un corazón que lucha por no oxidarse. Porque un corazón oxidado no es un corazón. Solo es un recipiente envasado al vacío, despejado de sentimientos y de emociones.


¿Mi consejo? Simple y sencillo: no dejes que tu corazón se oxide :)