Hola de nuevo. Quizá escriba ahora las entradas demasiado seguidas.
¿Eso es malo o bueno? En verdad, no lo sé. Solo sé que a partir de ahora intentaré hacerlas más cortas... Y no enrollarme tanto, aunque a fin de cuentas, es mi blog, y puedo hacer lo que yo prefiera. Escribir poco y transmitir mucho o escribir mucho y no decir nada en realidad.
Delirios. Bonita palabra.
Delirios, delirios positivos que no hacen daño. Locuras, locuras que se respiran en el ambiente, y que uno se arrepiente cuando no las ha llevado a cabo. ¿Por qué? Porque somos muy simples, y nos amargamos pensando en el pasado. En vez de cavilar en lo que podemos cambiar del futuro, gran parte de la vida nos la pasamos arrepintiéndonos de lo que no hicimos. Un presente que vivimos en el pasado. Y un futuro no escrito, que en realidad no existe. Es decir, si en el presente y el futuro solo recuerdas el pasado... Vives el pasado dos veces.
¿Eso sirve de algo? Objetivamente, no tiene ninguna utilidad. Pero a veces, nos recomforta. La felicidad no es un camino, es un estilo de vida... No sé si la frase era así, ni quien la dijo. Mis ideas, como pequeñas estrellas, cruzan por mi cabeza sin conexión alguna. Deseos, recuerdos, lamentaciones, sueños, esperanzas, errores.
Laura cuánta razón tienes, vivimos en el presente apoyándonos en el pasado, sin mirar a todo lo que queda por delante. Pero a veces es tan dificil. ¿No?
Te quiero.