Bueno, aquí dejo el inició de una historia que he comenzado.

Puede que la siga. O también puede que este blog vuelva a ser abandonado.
Nunca se sabe...
Pero si me gustaría pedir, que si has acabado en este blog por casualidad o por cualquier otra razón de este mundo, ¡no te vayas!, lee mi historia, y deja tu huella.... o un comentario ^^

Ciao.


CAP ONE

Todo estaba oscuro, no había a penas luz. Un sudor frío me recorrió la espalda. Me dolía la cabeza y ésta me daba vueltas. Hice un esfuerzo por recordar donde había ido a parar pero no recordaba nada. Cuando conseguí recobrar totalmente el sentido intenté levantarme, pues estaba recostada sobre un suelo húmedo y duro. ¿Dónde estaba? Hice un intento para ponerme en pie, pero una pared me lo impidió. Intente girarme pero las estrechas paredes no me dejaban. Entonces, fue cuando me di cuenta de que estaba encerrada… encerrada en un ataúd.

Era estrecho con poco espacio y no me podía mover. Sentí claustrofobia e impotencia. Poco a poco empecé a cavilar en cuanto tiempo llevaría ahí y cuanto oxigeno habría gastado. Pero mi cerebro dejó de pensar en las horas que me podrían quedar cuando sentí que el aire no me llegaba. Grité y grité pero era inútil. ¿Qué hacía en un ataúd? ¿Me habrían enterrado? Patee y golpee las tablas pero estas no se movieron. Me faltaba el oxigeno. Iba a morir. Me encontraba muy débil y a penas me quedaban fuerzas para seguir luchando. La cabeza me daba vueltas y sabía que no tenía esperanzas. Así sería mi muerte. Allí iba a morir. Deje que mis párpados, ya cansados, fueran cerrándose poco a poco. Tampoco sería tan grave. En realidad no sufría. Sería una muerte, no dulce, pero si tranquila. Mi cuerpo desfallecía y cuando hacía mi último esfuerzo por respirar… ocurrió.

El ataúd se abrió y sentí como unos fuertes brazos me cogían y me sacaban de aquel lugar. Me pareció que el extraño que me tenía en sus brazos decía algo, pero no entendí nada. No hice un esfuerzo por escuchar y tampoco por abrir los ojos. No intenté preguntar quien era ni decirle a donde me llevaba. No me importaba. Quise decirle que me dejara pues quería descansar en paz. No creía que me quedara mucho tiempo de vida, ¿para que hacer gastar fuerzas a aquel extraño? Fue cuando decidí usar las pocas fuerzas que me quedaban para decirle que me dejara allí mismo, pero de mi voz solo salió un pequeño susurro. Entonces aquel extraño dijo algo que esta vez si entendí:

-Aguanta, por favor. No estamos lejos del hospital. Por favor aguanta. Estarás bien, te lo prometo.

Fue la voz más perfecta que había escuchado en toda mi vida. Era una voz hermosa y bella, era muy suave pero a la vez cálida. Al instante esa voz hizo que me reconfortara y empecé a luchar para poder seguir con vida. Quería luchar para volver escuchar esa voz, esa voz que había hecho que una pequeña ola de aire caliente invadiera mi cuerpo haciéndome sentir bien, sensación que no había tenido desde hace bastante. Intenté pedirle que hablara, pero mi intento fue fallido y él se dio cuenta.

-Ssssh. No intentes hablar. No gastes fuerzas en eso. Ya falta poco. Aguanta, por favor, ya estamos cerca.

A pesar de que seguramente ya estaba desfalleciendo, sentí que esa voz me daba fuerzas y sino hubiera sido porque estaba totalmente debilitada creo que mis labios habrían sonreído. En ese momento sentí la gran necesidad de abrir mis ojos y ver a quien pertenecía esa voz tan hermosa y aterciopelada. Mis párpados no se abrieron pero pude darme cuenta de que entrabamos en algún lugar donde había luz y bastante gente. Aquel la voz dulce y suave me había hecho aguantar, pero estaba demasiado débil y me rendí ante el cansancio. Entonces, me quedé inconsciente.

sábado, 6 de febrero de 2010 Posted in | | 1 Comments »

One Responses to "Empecemos..."

  1. Aby says:

    Sisteeer!me encanta de verdad!
    Eres buenaa tiaa!xD
    aver si la sigues ehh...jaja
    te quieroo siiis!!
    ^^